Ha pasado un tiempo, ¿verdad?
Algunas cuestiones de salud visual conspiraron contra la pretendida constancia en la periodicidad de esta publicación. Intentaré volver al ruedo y recuperar algo del tiempo que pasé en silencio (y sin hacer fotografías), con calma y tranquilamente.
Hoy voy a compartir dos simples retratos. Hechos en este contexto: Una tarde húmeda y lluviosa. Una cafetería repleta de gente que se refugia del agua y del viento frío. Una mesa en el rincón. Tres paredes. Y la iluminación más insulsa que uno se pueda imaginar.
Ella es mi bella hija Zoe. Tal vez, la persona más paciente que conozco. Y también la que más soporta mis requisitorias del tipo "girá la cabeza hacia allá", "incliná el mentón", "mirá hacia un lado", "mirá a papá", "sarasasasa". Todo, sin una queja.
Gracias, hija.
…
Oh. Y una cosa más…
También es experta a la hora de hacer morisquetas y mímica en las fotos, como el bestia del padre. Por supuesto. =P
Disculpen la ñoñez y la baba paterna. Pronto volveremos a la programación habitual. Mientras tanto, pueden entretenerse con la sección «Notes». (?)
Miguel Ángel Font Bisier . . . https://www.youtube.com/watch?v=a_3J71Zx9tQ